Ya no me importa, donde estés
mi alma inquieta
sigue pensando, en las
veces que nos arremolinábamos
juntos.
En esa pasión seca
otoñal tuya
y mi primavera
tan florida, que
seríamos dos adolescentes,
despuntando amaneceres,
en tus manos juguetonas.
Que a penas
me dejabas dormir.
Ya no sabía como
cubrir las ojeras
mañaneras...
Ya no te espero,
eso sí cuando
cerraste la puerta
sabía que no volverías.
Mas no me arrepiento
de esas noches calientes
en el frío invierno.Fuiste
también muy dulce y
comprensivo cuando
lloré en tus brazos.
Era tanta la felicidad
que me embargaba,
que era un sueño.
Y ese eras tú,
no importa si no me
viste, en pro de tu
carrera o ambición loca
de seguir conociendo
mundo, y avanzando
en tus logros profesionales.
Que seguramente, serán
tan exitosos, como tus
manos que supieron
hacerme suspirar tantas
veces quise, y como
se nos dio la gana.
Fuimos libres, volamos
y aterrizamos juntos
sin agotarnos, el uno
con el otro.
Con eso me quedo,
aprisiono
en mi corazón y con
eso tengo y me
basta para seguir
tejiendo y soñando,
que eso es lo que
se hacer.
-
Autor:
nubialeda (
Offline)
- Publicado: 10 de julio de 2013 a las 00:53
- Categoría: Amor
- Lecturas: 25
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.