Así anduve caminante en
la arena dejando mis huellas,
de ida y vuelta en un
infinito ocho,
que me llevaron a tí.
Porque de la nada,
apareció un perro,
cuando dibujaba
mis corazones,
que no pude terminar
ya que me dio un beso
con su hocico,
muy delicadamente.
Que no sé de donde
apareció.
Luego me seguía y quedó jugando
con una tortuga que
estaba muerta.
Tan grande era,
que no es lo habitual,
por estas latitudes.
El perro jugó y se revolcaba
de contento al lado de ella.
Sin embargo se entró a parecer
a una película de terror,
cuando hacía que se le abriera
y cerrara la boca.
En fin, si era un mensaje, más
que interpretar, algo,no se
me ocurrió nada.No bastó con
contentarse, con la que yacía inerte.
Cuando quizás le rindió honores
orinando al lado.
Vaya saber el comportamiento
de los animales.
Este fue muy dulce conmigo
y cuando quise verlo nuevamente
ya no estaba al lado mío
caminando.
Volví por donde vine desandando
los ochos...
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Autor:
rosi12 (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 11 de julio de 2013 a las 16:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Sophia Sea
Offline)
Comentarios2
que loco perro y caminata de playa.
si las cosas estan a la mano luego cada uno le da intrepretacion que quiera gracias por tu comentario
que pases un buen fin de semana
un abrazo
En la escritura te vuelves dócil y maniquea, hay que aprovechar esos momentos. Me gusta tu diario de ruta, muy a tu manera, creo que nunca te lo dije.
si las cosas estan a la mano luego cada uno le da intrepretacion que quiera gracias por tu comentario
que pases un buen fin de semana
un abrazo
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