Amiga mía, discreta y escondida,
tan fiel, siempre tengo a su compañía,
es madrugadora, por las mañanas,
no me avisa, siento su presencia.
Quizá en la soledad al despertar,
no gusta verme solo, entonces viene,
así, me pertenece, no comparto,
es una cita, no le pongo tiempo.
Muy juntos, en silencio, platicamos,
a veces sin hablar, con sentimientos,
en otras, monólogos sin respuesta,
en ocasiones, no se por qué llegas.
Me inunda una tristeza indefinida,
un mar de olas, se mueve en mi mente,
puede ser, viaje que dejó de hacerse,
aquél tu beso, quedando en mi boca.
Tu regreso, se convirtió en promesa,
por algo, que simplemente no se qué es,
será como un aceite lubricante,
limpia fricciones de emoción y sentir.
Movimiento de hojas de los árboles,
al observar el viaje de las olas,
aunque van y vienen, sin un descanso,
interminables viajes del colibrí.
Vuelo incesante de las mariposas,
y yo, con esta letargia que me agobia,
en todo, descubro el ciclo de vida,
el sol, que se va sumergiendo en el mar.
Noches que visten de sombras, los días,
vuelos erráticos de palomas,
cuando al morir la luz, buscan sus nidos,
te abrazo, ser de mi, melancolía.
EL POETA DEL AMOR. 08-07-13.
CABO SAN LUCAS, BCS.
- Autor: arturo maldonador ( Offline)
- Publicado: 13 de julio de 2013 a las 00:17
- Comentario del autor sobre el poema: Eres mi amiga cotidiana. Me gusta tu visita, porque me pongo sentimental. Haces que me ponga a pensar, soñar, recordar y por esos momentos me ensimismo, a veces escribo, o lloro o río. Aunque se me pasa, y te vas, te sigo esperando.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 61
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