No te aflijas, los seres como tú y yo
siempre nos creemos seguros
de todo lo que hacemos y optamos.
Pero tú has tenido en tu vida muchas inseguridades.
Recuerda cuando nos conocimos...
Sentados ambos en ese bar,
en mesas separadas.
No dejaba yo de mirarte.
Tu tristeza y soledad me hicieron acercarme a ti.
Te ví tan completamente sola y desvalida...
Te pedí permiso para sentarme y acompañarte.
Previamente preguntándote si esperabas a alguien.
Me contestaste que no.
Y mi corazón sintió una gran satisfacción.
Comenzamos nuestra charla muy amistosamente.
Y me confesaste algo...
que le habías dicho al mozo del bar
que estabas esperando a alguien,
y que no era cierto.
Que te habías sentado allí,
porque estabas cansada...
y no tenías una moneda
ni para tomar ni para comer...
Sentí en mi interior una inmensa pena.
Pedí para ambos café con leche y medialunas.
Me contaste que habías abandonado a tu amante,
pero que no tuviste tiempo de reunir
tus efectos personales.
Que de ellos se encargaría tu hermana y su esposo.
Pensé que eso era un desacierto,
y te lo expresé.
"Déjalo así nomás, ellos lo conocen,
mi hermana y mi cuñado eran amigos de él",
me respondiste, y te pusiste a llorar desconsoladamente.
Te pregunté por qué llorabas,
habiendo tomado tal decisión.
"porque no sé si lo que estoy haciendo
es lo correcto, él me ama.
Pero yo he dejado de amarlo.".
"¿Estás segura de lo que dices,
ya no lo amas más?..."
"Creo que no".
"Entonces no estás segura de lo
que estás decidiendo".
"No sé, no sé, estoy confundida...
estoy con bronca porque estoy
haciendo el papel de una limosnera...
teniendo todo lo que tengo...
allá, en casa...
pero no quiero volver..."
"¿Estás realmente convencida
de lo que estás diciendo?
Te noto dudosa, sin saber qué hacer..."
"Me dices que tú estás sólo...
¿me llevarías contigo?"
Me quedé mirándote,
tus ojos estaban empañados
por unas lágrimas.
"Ven, por esta noche,
te invito a pasarla conmigo.
Dudo que tu decisión sea la definitiva.
¿No tendrás problemas con tu hermana y tu cuñado
por tu ausencia?"
"Déjame enviarle un mensaje a mi hermana"
Te esperé un par de minutos.
Al concluir con tu celular,
me dijiste: " Mi hermana sabe que me voy
a pasar la noche contigo".
"¿Así de simple... lo ha aceptado,
hiciste ante ella algo similar a lo que
vas a hacer ahora, venirte con un desconocido?"
"No me hagas más preguntas, por favor..."
"Bien, vamos entonces..."
Tomamos un coche taxi.
Llegamos a casa.
Tú te diste una ducha,
después lo hice yo.
Cuando fuimos a la cama,
me dijiste: "Quiero decirte que mañana
temprano a primera hora he de irme
definitivamente a casa de mi hermana,
¿me aceptas igual?"
"Sí, supuse que tomarías esa decisión...
¿estás segura de lo que vamos a hacer ahora
es por tu propia voluntad y deseo?"
Cerraste los ojos, nos abrazamos,
con nuestros cuerpos pegados
formamos uno sólo.
Esa noche gozamos el gran placer del deseo,
sin llegar a ser amor...
Al día siguiente, partiste hacia tu
incierto destino...
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 13/07/2013)
-
Autor:
hugo emilio ocanto (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 13 de julio de 2013 a las 00:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Hugo Emilio Ocanto, VOZDETRUENO, jorgeluisotero, Hija del Sol, lindaestrella, Maria Hodunok., Trovador de Sueños ...y realidades., alicia perez hernandez
Offline)
Comentarios11
Disculpa amigo, dónde está ese bar? jajaja.
Muy bueno, atrapa.
Un abrazo
Acá cerca de casa, unas 40 cuadras, jjajaja. Gracias amigo por tu comentario.
Un abrazo.
Hugo Emilio.
Una experiencia bastante peculiar buen poema.
besos.
Hola Silvi! Imaginación de autor. Muchas gracias por visitarme. Besos.
Hugo Emilio.
muy descriptivo ,es un placer pasar por tus letras,felicidades
Muchas gracias, poeta. Felicidades a ti.
Hugo Emilio.
Linda historia, me dejo un sabor
a que me gustaría que continuara jejeje...
Saluditos
Muchas gracias Lirva. No es mala idea. Pero pienso que el próximo tema, te va a agradar.
Saludos.
Hugo Emilio.
Como siempre un deleite magnifico.
me encanto ese BAR, lo guardo.
un abrazo.
Gracias Jorge.
un abrazo.
Hugo Emilio.
Me fascinó el tema trabajado Hugo, un alma consolada en los brazos oportunos, momento de placer inesperado, vidas que se cruzaron y se entregaron en una noche que quedó en una página de historia de cada uno. Razones diversas les motivaron...
Maravillosa imaginación de autor amigo, brillante en tus trazos, un fuerte abrazo.
Imprevistamente, se me ocurrió este tema, y así lo plasmé Lis.
Lis, tengo que pedirte disculpas por, prácticamente, no entrar en face. En realidad, dispongo de muy poco tiempo, debido a nuestra situación familiar, que tú conoces. Tú estás siempre conmigo, y yo casi no te leo. Mil disculpas. Te quiero mucho, poetisa Lis. Un FUERTE ABRAZO.
Hugo Emilio.
Mi querido amigo, nada que disculpar. Estás en una situación familiar muy comprometida, te debes a los tuyos, primero a ellos. Te quiero mucho, cuídate la salud también eh!
Por mi espacio siempre te espero y cuando no llegas yo lo entiendo, nada de compromiso por estar allá, ok.
Un beso amigo y que todo vaya saliendo bien, Dios mediante.
Saludos Bro., interesante relato en prosa me dejas leer......saludos.
Muchas gracias Bro. Saludos.
Mi querido amigo realmente nos metimos en ese bar, en esa historia , en ese adios. Un placer pasar por tus versos. Un beso
Tu presencia siempre es grata por tu sinceridad, Carmen. Un beso.
MUY BUENO AMIGO, me gustó la historia, un poco cmún en estos tiempos, pero como vos la describís como en una película. felicitaciones.
CARIÑITOS DE LUZ.
Muchas gracias María. HOY DAMAS GRATIS. Cariños luminosos.
Excelente amigo.
Un abrazo, saludos cordiales.
Gracias, poeta.
Un abrazo, afectuosos saludos.
Hugo Emilio.
volveré a decirte que eres tremendo narrador
es un drama de la vida real, aquí, allá o acuya
LO SACASTE CON HONORES
no cabe duda que se te da el drama
abrazos y saludos
Como intérprete, el drama es mi fuerte y mi pasión. Alicia. La vida real está repleta de dramas, y a veces de algunas alegrías. Gracias por comentar.
Abrazos y saludos.
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