Mente loca, perdida estás,
en tus propias cavilaciones,
tan difícil darse cuenta,
uno no es el centro del Universo,
separado de la creación.
Cada uno, estamos conectados
con el Todo y entre si.
Aún sin darnos cuenta,
hay un vínculo, invisible,
íntimo que también nos une.
Con los pájaros, las flores,
las mariposas, los árboles,
las mismas rocas, inertes,
con un sueño más profundo.
El misterioso viaje de las almas,
nos encuentra, en esta dimensión,
cada una, con su propia historia,
y su grado de evolución.
Iguales y diferentes,
despertar y dormir,
y en ese instante,
cada quien, a su manera,
irá aprendiendo y viviendo.
En la telaraña, unos hilos,
más cerca de otros,
y es de agradecer a la vida,
esa oportunidad de convivir.
Porque hay filamentos,
para otras eras.
No digas por qué sí, por qué no,
llegamos, estamos.
Cada quien es como es,
es muy largo el camino
de aceptarse a si mismo
e intentar cambiarse.
Los demás, en lo mismo, están,
el cambio personal, hacia adentro,
si lo hago yo, los demás también,
mientras, vivimos la experiencia.
Sin tomar conciencia,
y eso fue lo que nos toca,
nada más, y en otra vuelta,
aunque lo tenemos velado.
Hay jardines y desiertos,
y nuevamente se vivirá,
cada quien a su manera.
Aprender a vivir,
es aceptarme y aceptarte.
EL POETA DEL AMOR. 13-07-13.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO
- Autor: arturo maldonador ( Offline)
- Publicado: 14 de julio de 2013 a las 01:21
- Comentario del autor sobre el poema: Mientras este sin aceptarte, tal y como eres, entonces estoy manco, ciego, sordo y mudo. ¿Y por qué no te acepto? Porque yo mismo no me acepto, cuando lo haga, te aceptaré y a todo lo que me rodea. Entonces he crecido, mientras soy un chaparro emocional y mental.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 5882
- Usuarios favoritos de este poema: Mujer Nagual
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