¡Ay agua que vas
viajando!, contigo
me vas llevando.
Son tus costas
del río mi vida:
consigo mi infancia
infancia lejana
que aún se refleja
en lo hondo del río.
Espejismo dormido
naufragando recuerdos.
Ahí... entre tus piedras
¡ahí! Una vida cautiva
y tus aguas testigo
del cautiverio que vive
una vida, que se esfumó
entre la corriente de
tus aguas y su orilla…
Glaviana
Comentarios3
El río canta entre las piedras, juegan en él sus peces; está lleno de vida.
Río de la vida, de una vida, que tiene ciclos maravillosos de ir y volver al mar, de subir con las nubes y bañar los campos, besar las flores, besar los pueblos.
Por algo, incluso, la Ciudad de Dios, la atraviesa un río (apocalipsis 22:1)
"DESPUÉS me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero."
Hola amiga, saludos cordiales
Cristian
Hermoso y profundo tu poema Glaviana,abrazos
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