Ella quiere morir.
Los ojos de la espada de Dámocles se colgaron sobre el relieve virginal de su espalda
y también sobre el pecho,
sufre un dolor in vitro y no puede cortarle las venas,
se siente el espejo,
quiere ser el espejo.
En su sábado más feliz su cama fue segada por los lobos de la carne,
y no pudo evitarlo,
fue atada por la pervertida seducción de una habitante abisal,
fue asesinada y vive para no contarlo.
- Autor: yoel alejandro ( Offline)
- Publicado: 16 de julio de 2013 a las 18:52
- Categoría: Triste
- Lecturas: 109
- Usuarios favoritos de este poema: alex sandman
Comentarios1
O.o me traumé
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.