Bajo el ayuno de la esperanza
en esa ausencia que inventa
a los hombres de sangre y carne.
Una voz nos visita en un antiguo sueño
y como un latigo en el silencio nos escara.
Y así
nace, cuando sufrimiento y hombre
se funden al fin del dia
como la sed y el sol.
Y no se conoce
el color de la tierra sin sus ojos
el calor del sol sin su piel
y el espuritu sin su fuerza.
Como se multiplican las preguntas
y las respuetas agudizan las inquietudes
del aprendizaje de hoy
contruyendo significados.
- Autor: Javier Plaza (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de julio de 2013 a las 17:23
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 52
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