LA PUERTA, DE MI VÍDA

Ahí  está la puerta, esperando  que la  abras

Detrás de ella está la vida, el sentido  de las cosas

Ahí tienes  la puerta, para  salir  a  trabajar,  Modesto

¡Yo ya no trabajo, el reposo vive, en mí  triste letargo!

¿Y qué recuerdas de tus últimos años, en el trabajo?

Recuerdo sudor, cansancio, expansión  y  mucho  dinero  ganado

Que con los años se esfumo, ya no se puede recuperar, ni un céntimo

Ni me arrepiento solo lo comento, por decir algo  por ampliar el  dialogo

¿Dónde te perdí rutina de la vida, donde están ahora, las llaves  para cerrar?

Las he tirado,  ya no me hacen falta y  la fabrica cerro,  por un mal ajuste

Por no prevenir puestos de trabajo  y por no saber tratar con tacto, lo más importante

El  diamante  tallado de cualquier  empresa, que es la persona.  Ya sea peón ó oficial

La salud es lo primero, dicen los de prevención laboral y ahí está el quid, de la cuestión

No hay que llevar al límite la salud del trabajador, multiplicando sus horas, de trabajo

Para  explotar sus fuerzas y eso es lo que paso con migo, pero la culpa la tengo, solo yo

Por creer que era imprescindible, aunque entendía  todo lo esencial,  para  llevar el  motor

Para que la empresa no parase de producir, en miles de noches y días, sábados  y domingos

Hasta que mi cuerpo se resquebrajo, explotó  lleno de cansancios inauditos, por no descansar

Y  darle un tiempo al trabajo y otro á mí caminar diario por la vida  y  á mí,   esencia  familiar

Para  depurar y  sentir lo más querido, educando primero mis principios, y  á mi conjunto  familiar

Que fui perdiendo en el tiempo, con la distracción global  de trabajar hasta,  la  extenuación

Pero todo termina  y después de dos avisos, me dio el tercero el que ya de finitimamente,  me  retiro

De todo trabajo haciendo que por fuerza mayor, consuma 14 pastillas  diarias, 420 al mes y 5040 al año

Y  no son Euros,  es droga para mantenerme con una vida, más ó menos, normal…,

Lo que antes  era vitalidad  y energía y  ahora solo es depresión llena, de amarguras…,  

Que te consumen  Día,  á día  hasta que Dios, me llame y termine mi paseo por la, existencia  terrenal….,

Aunque  estas vacaciones,  de descansos forzados hasta el final,  me gustaría que durase, cien años ó más.

Modesto Ruiz Martínez / Domingo, 06 de diciembre de 2009