Estrellarse contra el poema-
conmoverse en partículas-
el acertijo sólo no resuelve-
ese final ni el principio-
el acertijo sólo no puede-
masacrar este poema-
hay un corazón que late-
como café batido-
entre mis labios-
hace de su poesía-
una canción y un adiós-
eterno adiós-
quiero de esas mañanas-
todas-
y aquellas-
las más nuestras-
hay mucho de poesía-
nosotros-
es sórdida-
a veces-
quejumbrosa-
y- sin embargo-
nos reímos-
y ella-
se ríe de nosotros-
y tiene razón-
damos risa-
tras bambalinas-
sabemos-
que no es la vida-
no-
la vida incandescente-
efímera-
y eterna-
siempre eterna-
vive de delirios-
un trozo de poesía-
un pedazo de poesía-
para justificar mi tarde-
necesito decir-
aunque debería callar-
y eso lo sabés vos-
aunque no te lo pregunte-
adivinás que pienso eso-
y digo-
lo que callaba mi pensamiento-
tengo sólo una tarde más
y tu hombro-
para escribirte-
a solas-
mi "malditismo" maligno-
mi tumor de letras-
y mi nostalgia-
quiero eso que me dás-
ahora que nadie mira-
quiero eso-
más allá-
las paredes despintadas-
el mínimo sol de tu patio-
quiero también-
me acompañes-
vamos a asesinar la poesía-
Por hoy- por esta tarde-
la poesía- no pasará-
Larga muerte a la poesía!-
"Veni vidi vici"-
tu corazón-
aceptame en tu corazón-
mutilemos la poesía-
- Autor: Mónica Laneri (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de julio de 2013 a las 17:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 91
- Usuarios favoritos de este poema: hermosa gaviota, claudia07, Garabato Púrpura
Comentarios2
Mutilar la poesía para que nadie mas la lea,
pero que tal hacer la poesía con caricias pues el amor es poesía bello poema destructor pero es algo que no se lograra
saludos monica
Saludos 🙂
mi amiga de ojos brillantes, que fabuloso leer mas que un fragmento, una idea lograda de principio a fin, me ha encantado leerte. Veamos si gana Olimpia y se te viene toda la creatividad de golpe. Un no abrazo bien grande.
Si, cruzamos los dedos... será la cuarta y por supuesto que mi papá que ya no está... estará en ese triunfo... como en aquellos días en los que íbamos a la cancha y él decía que yo era su "amuleto de la suerte"...
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