Y yacía solo aquel hombre en la inmensidad de su habitación, recostado en su inmensa cama, cuando comenzó a extrañarla, y la música en su cabeza solo traía el ritmo del amor consigo, entonces en la oscuridad de su cuarto vio una silueta, y la llamo hacia el, pero no respondió.
-Por favor no te vayas que esta noche extraño tanto los besos de tus labios, y así la almohada fue victima de un incesante acoso buscando sus labios y brazos, y no es mas que el sentimiento de extrañarla el que me hace esperarte en la oscuridad de mi cuarto, esperar a que tu también me extrañes, vaya situación es tan triste esperar algo que sabes que no pasara. y así las horas se borraron, y la oscuridad retrocedió a la luz de día, solo para dejarlo despertar otra vez, sin ella.
- Autor: Bernardo III (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de julio de 2013 a las 12:54
- Comentario del autor sobre el poema: cuantas veces no abrazamos una almohada deseando que sea la persona a la que amamos.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 32
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