Me inspiraba la tierra en aquellos días,
La lluvia incesante.
La frialdad que llevo en la sangre se vinculaba con el aire,
Se enternecía, la movilizaba y entibiaba todo a su pasar.
No recuerdo emotividad más grande que la que nace y crece en la tierra
De las personas ya nada espero
todo se ha vuelto frío
tan frío como yo sin estas tierras
pobladas más de todo que de la misma gente
mimetizadas entre las hojas rojas, amarillas y opacos verdes
la corriente del rio y el frío del tesoro
que en estos días se ha vuelto insoportable
como mis ganas de hablarle a todo
y el silencio atroz de mi garganta
quisiera ser solo yo parada en la nada
en la copiosa nada
quisiera devolverle con mas canto a la brisa
que con estas palabras.
Adoro este lugar
Como si fuera lo único que existe entre yo y la magia…
la magia es esto,
la tarde, la arboleda grande
las calles vacías
la tempestad en los techos
las hojas secas chocando en mi pelo
las mejillas quemadas de fríos inviernos
la lluvia que aguarda sin pausas
La metamorfosis a las melodías más dulces que he escuchado en la vida.
Comentarios1
Una postal de nuestro sur.
Reviví en tus letras cada imagen que describes.
Saludos
gracias por comentar no me lo esperaba gracias de verdad
Se bienvenida, disfruta de este lugar.
Saludos desde Entre Ríos
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