¿Oye Madre, donde estas?
¿Donde te fuiste María,
Con la Rosa que aquel día
Yo te quise regalar?
¿Donde andas Madre mía
Por esos jardines de Dios,
Que regaste con amor
Cuando en la tierra vivías?
Imagino que estarás viva
Al amparo del señor
Que reconoció con amor
La obra que aquí hacías.
Imagino la alegría
De tu alma inmaculada
De encontrarse hoy sentada
A la mesa del señor.
Y no es para premio menor
Por la obra que tú hiciste,
Que de tu pecho nos diste
Grandes cántaros de amor.
Y esa enorme convicción
De una vida consagrada
En la ayuda desinteresada
A los hijos del creador.
Y es que tu vida fue flor
De los más bellos jardines,
Con melodías de violines
Y querubines de amor.
Toda tu vida fue ejemplo
De firmeza y de tesón,
De caridad y abnegación,
De respeto y obediencia.
Una sola fue la ciencia
Que orientó tu proceder
En busca de socorrer
De acuerdo a la providencia.
Hoy todos nos agrupamos
Aferrados a tu memoria
Para forjar nuestra historia
Con tus mejores ejemplos.
Descansa Madre querida
En los vergeles sagrados,
Por el Señor resguardados,
Con celestial armonía.
En la tierra tu familia
Siempre honrará tu nombre
Junto al de aquel hombre
Con el que nos diste la vida.
- Autor: marino almeira ( Offline)
- Publicado: 22 de julio de 2013 a las 00:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 267
Comentarios1
ufffffffffff que tristeza se nota por la perdida más grande que podemos tener, lamento que no esté a su lado, pero de seguro donde este, se entero de su poema. U na brazo.
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