El acto de dar, amada, a quien necesita de nuestra ayuda, tiene una sublime simbología.
Si tú das, amada, una flor, es porque tu jardín está iluminado de rosas, jazmines, narcisos, nardos, claveles, siemprevivas y dalias de todos los colores y de todos los tamaños.
Y la satisfacción es doble, para ti, por tu bondad, y para quien recibe la flor, el agradecimiento porque fuiste generosa.
Si tú das, amada, una moneda o un pan al hambriento mendigo, es porque tienes abundancia de dinero en tus arcas y abundancia de alimento en tu despensa.
Y recibirás la gracia de Dios porque fuiste generosa con el hambriento.
Si tú, amada, le das cobijo al peregrino para que descanse en tu casa y pueda reconfortarse, podrá continuar su peregrinaje hacia rumbos que sólo el conoce.
Y bendecirá tu generosa naturaleza.
Y elevará plegarias a Dios para pedirle que no merme, sino que la multiplique tu abundancia de bienes materiales y espirituales.
¿No crees, amada, que es mejor dar que pedir, porque el que es dadivoso es doblemente rico y quien pide es porque carece de todo?
- Autor: rodulfogonzalez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de julio de 2013 a las 10:55
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, DAVID FERNANDEZ FIS
Comentarios2
Cuando los versos rozan la espiritualidad del alma poetica son el arte de escribir poesía amigo Rudolfogonzalez
Saludos de amistad y afecto
Críspulo
Siempre hermano, siempre... Sentidas letras que salen hoy de tu pluma, un gusto leer.
Saludos fraternos, que tengas un buen inicio de semana.
Gracias, amigo. Un abrazo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.