Aquel día me senté,
En la sombra de aquel árbol,
Quejándome de mi vida,
Mi vida de pobreza,
Pobreza material.
Vi a mí alrededor,
Mi gente descalza,
Los niños sin ropa,
Las mujeres tristes,
Tristes como la lluvia,
La lluvia al atardecer.
Un pueblo olvidado,
Olvidado por el hombre,
Abrazado por Dios,
Ho dios ven a consolar,
A los pobres,
Pobres sin corazón.
Y la muchacha,
Con hijo a los dieciséis,
El muchacho con la cuma,
Cuma, sin tierra,
Sin tierra para nacer.
Y el campesino,
Ahogando penas en licor,
Cruel diablo perdido,
Perdido en una pobreza,
Pobreza que no tiene corazón.
- Autor: Francisco de los Angeles (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de julio de 2013 a las 12:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 155
Comentarios2
interesante versos
Gracias por tomarte la molestia de leer mi poema
Hay muchos pueblos en el mundo como el de tu poema. La pobreza sin .
corazon pero con gente con corazones grandes como el cielo y con valentia para luchar y cambiar sus vidas y progresar.
Besos y abrazos, soki
Gracias Soki por tomarte la molestia de leer y analizar mi poema y tienes mucha razon asi hay muchos pueblos en el mundo como el mio y para cambiar vidas hay que cambiar de mentalidad.
saludos francisco 🙂
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