Entonces te vi, estabas recostada y durmiendo.
Tan pacíficamente, y como siempre una sonrisa angelical en tu rostro, entonces mi corazón se ablando al verte y se pregunto. que estará soñando?
Esa sonrisa apacible, esa calma con la que dormías, la misma de que gozan los ángeles en el paraíso; entonces me senté a admirarte, la luz del sol que se colaba por entre las cortinas, te hacia lucir nada mas y nada menos que como en un cuento de hadas, en mis pensamientos solo estabas Tu, en cada momento perfecto de nuestra vida, y daba tantas gracias por haberte conocido, sonreía de felicidad mientras una lagrima alegre recorría mi mejilla, entonces tu haciendo muecas como perturbada y rascaste tu nariz, me sentí un villano por perturbar así tu sueño, pero me era tan imposible dejar de admirarte, y así sin mas despertaste y por reflejo puro me besaste en los labios.
yo me quede azorado, y respondí ese beso alocado, al mismo tiempo que acariciabas mi mejilla ya mas consiente de lo que hacías, para luego darme cuenta de que....
soñabas conmigo.
- Autor: Bernardo III (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de julio de 2013 a las 03:38
- Comentario del autor sobre el poema: y es que te veo tan tranquilamente dormida, que desearía saber con que sueñas.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 143
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Una hermosa genial y bella prosa literaria amigo BernardoIII
Saludos de amistad
Muchas gracias Sr. mio y desde luego que un cordial saludo mi buen amigo.
Con la ternura que escribes esos versos ha de haber sido su amado el dueño de sus sueños. Gracias
muchas gracias Auzie eso espero yo, saludos.
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