Cuando Miguel se va acercando
-a pasos cortos pero seguros-
al hoyo de su ordinaria depresión,
nota la lenta luz
-atravesando, violenta, las ventanas-
aumentar demasiado su fuerza
para sus lánguidos ojos
añorantes de una oscuridad primigenia.
Baja las persianas todas
para que no le recuerde tozudamente
que debe seguir soportando
la insoportable crueldad
de ser siempre él.
Porque a Miguel,
en los momentos en que siente
-nada metafóricamente-
que sus pies ya no tocan
suelo frío e inerte,
sino fango vivo
con el que hay que vérselas
para no caer antes de hora,
de nada le sirve
la bella palabrería de los poetas
ni las certezas de la ciencia,
ni mucho menos
el entretenimiento animal
de los mass-media,
o las falsas defensas
de su estructura neurológica
Le falta algo, pero ese algo no llega.
Resignación.
Esta vez también saldrá del pozo
aunque sea con las mismas mentiras
que antes no le han salvado de hundirse.
Y si ese algo llega
nunca será lo esperado,
porque eso jamás existirá
sino en su imaginación.
-
Autor:
Fernando Torres Simón (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 27 de julio de 2013 a las 09:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Offline)
Comentarios3
si!!!!
complicada situación...
¿será por eso que la raza humana
anda siempre a la caza,
a la búsqueda,
al encuentro
de algo,
que desde su esperanza
nunca llega como lo espera?
Saludos!!!!
Hola esthelarez. Un lujazo contar con tu visita, amiga. Muchas gracias por tus palabras que han sabido muy bien captar la esencia de mi poema.
😉
Estoy de acuerdo con esthelarez
y me gustaría saber donde se hace la reunión.
Saludos desde la tierra de las esperanzas rotas. Es extraño que no quieras tener amigos de poesía. Gracias por comentar mi último poema. Que las garras de la depresión no te cojan ni a ninguno de tus seres queridos.
Una hermosa muestra del buen hacer poetico amigo Fernando Torres
Saludos de amistad y de afecto
Críspulo
Muchas gracias maestro por tus bonitas palabras. Viniendo de quien viene su valor para mí se multiplica. Un abrazo.
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