Como digo tu cuerpo, digo infancia,
blancura
o transparencia.,
cuando digo tu cuerpo estoy diciendo que el aire es un lugar
para hacerse de lluvia, que París
es un chorro de luz indefinida que se expande hacia abajo
y si abrazo tu cuerpo eres la misma muchacha que llevaba en las venas
un diluvio de duendes,
la muchacha de nadie, la que apenas
palpitaba en silencio una caricia de alfileres lorquianos.
No siempre hay un camino que llegue a alguna parte
y sin embargo
no hay ciudad en el mundo que no tenga
calles hasta tus ojos,
no hay atajo o vereda o avenida que no acabe en tus ojos,
no hay suceso que ocurra si hace tiempo no ha ocurrido en tus ojos.
Te nombro y digo valles, dunas, bosques, certezas,
digo el nombre del aire que dibujan en el cielo las grullas,
digo invierno y verano,
digo arena,
cendal,
digo grietas profundas, vendaval, terciopelo
de todas las ciudades,
digo de lluvia.
- Autor: Vicente Martín Martín ( Offline)
- Publicado: 11 de diciembre de 2009 a las 08:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 156
- Usuarios favoritos de este poema: migreriana, Melba Reyes A.
Comentarios4
la muchacha de nadie, la que apenas
palpitaba en silencio una caricia de alfileres lorquianos
que hermosa imagen poética has logrado en estos versos...felicidades
es muy rica tu poesia
Genial.
Es impresionante tu poesía
Besos de gran admiración
Bienvenido poetazo!
Què hermoso es este poema!
Extraño tu quehacer poético, mago de las palabras, maestro del verso blanco.
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