Heme aquí Señor
observo a la gente con que afán anda
como si el mundo jamás va a acabar
van de un lado a otro apresurados
comprando, caminando en fin haciendo muchas cosas.
El día agoniza
se observa un maravilloso atardecer
ha sido un día muy soleado
las golondrinas buscan su refugio
comienza a sentirse el fresco del anochecer.
Siento que me estas observando
aún aquí me tienes vigilada
porque nada es oculto a tu mirada
en medio de este bullicio
siento tu presencia.
¡Oh! Mi Dios adorado
permíteme disfrutar este momento
que es mágico, es especial
este día es irrepetible
es tu mirada la que me deleita.
Sólo déjame soñar, soñar
que estoy en las calles de oro y piedras preciosas
de las cuales Tú hablas en las Sagradas Escrituras
sólo permíteme imaginar cuán preciosas son
que mi imaginación no alcanza a comprender.
Dios Todopoderoso, Santo Padre
y pensar que el mundo no puede apreciar
todo lo que Tú nos has preparado
muchas moradas en el cielo.
Nosotros los humanos somos tan ingratos
que no escatimamos tu sacrificio
de venir al mundo a dar tu preciosa vida
por todos nosotros los pecadores
para que tengamos vida eterna.
- Autor: Marta Salazar ( Offline)
- Publicado: 11 de diciembre de 2009 a las 09:50
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 86
Comentarios3
Gracias por tu comentario Jhon, tienes razón esa es nuestra lucha de
hacer que reconozcamos la grandeza del Señor y que todos podamos gozar de sus promesas.
Saludos.
Admiro tu fe. Y la respeto. Muy buen poema, mis felicitaciones.
Un beso. Ruben.
Bonito comentario. Gracias Rubén.
Saludos.
Gracias Corazón, ese es un halago de corazón.
Saludos.
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