Es diciembre.
Bajo una lluvia blanca de diminutos diamantes que cubren la ciudad y revisten la piel de la tierra con el silencio y las estrellas, nuestros cuerpos se abrazan buscando un mismo calor, un refugio para abrigar una hoguera que destile nuestro amor en derroches de besos ardientes…
El soplo invernal, insensible en veces, nos atrae y nos conduce en diversas veredas de la mano, fría la mía, cálida la tuya, nos movemos indefinidamente sin importar cuán dura sea la estación, pues basta y sobra la embriaguez que reside en nuestro pecho…
Los flores han caído, y el follaje que una vez vistió a los arboles de verde ha volado con las brisas, gélidas y transitorias, dejando sus brazos esqueléticos...las estrellas oscilantes se detienen al mando del sol imperturbable e imperecedero, las calles quedan mojadas al caer de la tarde, cuando nuestras pisadas van dejando huellas ante la indiferencia de las nubes…
Los niños juegan a perseguirse entre la inocencia de sus sueños y el blanco puro de su ingenuidad, hasta que el aire gélido desciende con la noche a hacer cosquillas en sus pequeñas narices.
Las multitudes se regocijan y cantan ebrios de luz y amor por doquier, nos reunimos en torno al fuego que los embarga y contemplamos la nieve caer desde nuestras ventanas…pensamos en la triste ausencia de los queridos, mas luego deleitamos nuestros sentidos en amorosos arpegios, dicha inundada de cantos risuenos y brindamos a la gloria del todopoderoso.
Es el tiempo de nuestras reflexiones, de atesorar y estrechar nuestro amor todavia mas, alegrarnos con nuestras infinitas bendiciones, de recordar el tesoro imperecedero de la vida, de volver a sentir la inocencia de los niños, renovar las promesas antiguas y seguir en el camino de la luz inextinguible.
Este invierno será una primavera temprana, resucitando nuestro ánimo al saber que todo tiene vida aunque parezca perecedera, renacerá y cantara al mundo las bondades del invierno…
Nuestras palabras escaparan en medio de humo ligero, y yo he de besarte en todos tus inviernos, que son regalo y bendición para mi…una estación que parece dura pera guarda en su centro la frescura de mi ser y la unión entre todo género…
Te amo mi bello invierno, pues tu magia me acerca más a mis verdaderos amores...
JAIRO DE LA CRUZ
- Autor: jairodelacroix ( Offline)
- Publicado: 29 de julio de 2013 a las 13:59
- Comentario del autor sobre el poema: Con esto terminan mis cuatro estaciones. El invierno es vida, es amor disfrazado de frío que invita a los abrazos y a la unión, la naturaleza puede parecer muerta, pero no al llegar la primavera resucita y reverdece como Lazaro.
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 85
- Usuarios favoritos de este poema: Yolanda Barry
Comentarios4
Que bonitooo escribes, se siente en la piel la lluvia, la nostalgia del dulce invierno y la promesa de una pronta primavera renaciendo la frescura del día a día para vivirlo en intensidad.
Gracias por tus letras que transportan a un cálido sentir de cada estación del año, que como olas van y vienen dejando lo mejor de si.
Un abrazo
Muchas gracias por sus palabras! He querido transmitir la calidez que siento en el invierno junto las promesas de vida que embriagan cada beso en esta estación y me alegra mucho que le guste...
Un abrazo para usted también.
Que bello, el invierno que parece inexorable , muchas veces es alimento de otros, aunque parezca de nadie.Nos llena de momentos de calor que debemos buscar entre la gente y en nostros mismos.Fue placentero pasearme por el...gracias.Un beso.
Teresa.
Hola amigo,ha sido un placer pasearme por las cuatro estaciones de tus letras,un fuerte abrazo.
Muy intenso, muy bien.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.