El que mucho enseña lo que tiene
poco tiene en lo que enseña,
para él no hay valor en lo que tiene
como sí en las envidias que despierta.
Lo que se presume se vuelve perecedero
como los alimentos de una lata abierta;
a la lata se le mantiene en refrigeración
y a las poseciones sólo la humildad
las mantiene frescas.
La vida que se baña
en aguas de un arroyo discreto
es más limpia que la que se zambulle
en el cloro y los orines de la alberca.
La muerte en hospitales
grita, se retuerce, apesta;
ojalá yo muera en un bosque
y solita, tranquila, en silencio,
me trague la tierra
y pueda entrar a los árboles
por sus raíces
y convertirme en algunas
de sus ramitas en su cresta.
JCEM
- Autor: a77aque.jr (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de agosto de 2013 a las 17:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 134
- Usuarios favoritos de este poema: matteo
Comentarios4
Reflexiones verdad?
Me gustaron
Besos
Gracias por pasar por acá con tu naturalidad hasta en el nombre, Amapola.
Besos y un abrazo para ti.
Veo en tus letras el inconformismo de
la vida que llevamos, y reclamando para si
lo natural de la vida.
Saludos
Llevas toda la razón, Andrés. Bienvenido seas siempre por aquí.
Saludos y un abrazo.
Pensamientos que llevan en ellos grandes verdades. Muy hermoso,
Besos y abrazos, soki
Gracias por tu muy amable comentario, Soki.
Un fuerte abrazo.
Mi abuela
que es mi poetiza por excelencia
desde su analfabetismo me decía
"Dime de que presumes
te diré de que careces"
Excelente tema hermano
un inmenso deleite
venir en un reposo
a beber poesía
Las abuelas son poesía en sí, Enrique. Son la sabiduría de la experiencia que a veces uno llega a creer que nunca se equivocaron en toda su vida.
Un fuerte abrazo a ti y a tu abuela.
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