Quizás cuando el tiempo me desplace de sus pasos
pueda ver el sol, sin sombras que opaquen su brillo.
Quizás cuando duerma, en otros ojos podré ver el mar,
en azules que se mezclan con el cielo, como si fueran eternos amantes.
Quizás cuando la calandria repose en mi ventana,
y anuncie mi partida, pueda entender de qué se trataba todo.
Quizás cuando la vida, me esquive mezquina y ya no quiera saber de mí,
logre comprender porque estuve en ese lugar donde los ángeles sueñan llegar.
Puedo sentir como la hora se acaba y la arena termina por tocar el fondo,
dejando el cielo deshabitado, de ese cubículo de vidrio que a veces parece encerrarme.
Las paredes desaparecen y siento mis alas abrirse, quizás ahora, siendo paloma
pueda llegar al cielo y en aleteos desprender mis penas, enterrar mis miedos.
Y la vida pasa penosa, peregrinando los imaginarios que construimos.
Y la desplazamos, ilógicamente dejándola abandonada, vaciándola,
para llenarla de lagrimas, llenarla de muertes no corpóreas, idealizadas.
Y siento que mi vida se pasa, me deja atrás, ya no puedo correrla,
no la alcanzo, pero si la saludo a la distancia, despidiéndome, de todo…
Lemos Maximiliano Daniel.
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- Autor: lemos maximiliano ( Offline)
- Publicado: 5 de agosto de 2013 a las 15:00
- Categoría: Triste
- Lecturas: 205
Comentarios1
Hola Dani como siempre poemas que llegan al alma, la vida pasa y pasa que uno no se da cuenta hasta que te encuentras con la muerte¡¡
Hermoso poema.
Saludos¡¡
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