Tú eres espiga dorada,
alma grande,
silenciosa estrella.
Blanca azucena,
sueño de primavera,
esposa amada.
En mis pensamientos te llevo,
como agua de mi alma,
soy naufrago de tus amores.
Eres manantial,
donde beben las rosas blancas.
Sueño que eres trigo verde,
allá donde florecen los almendros,
allá donde el silencio duerme.
Fuiste esposa amada.
Oh primavera, quién llora,
en el silencio de tus noches.
Soy naufrago de tus amores,
de mi rosa blanca.
- Autor: Manuel valero ( Offline)
- Publicado: 7 de agosto de 2013 a las 16:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 99
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.