Un día me levante en la mañana y sentí que mi corazón y mi sentir se habían quedado sin palabras
Asombrado me dio risa, pero por dentro un león rugía con mucha prisa, me quede quieto para saber si mi ser corría
Y latido a latido mi corazón respondía, que te pasa compañero, donde está la fuerza mía, y de repente una sombra cubría.
El sol que me alumbra todos los días, Sentí morirme eso yo no quería
Pero al darme cuenta estaba dormido y con una gran sonrisa, Viendo al amor de mi vida, hablándome de nuestra vida.
Yo estaba sin palabras ella decía, Pero no se preocupen a mis amigos les decía, Que yo hablaría y desde el cielo los miraría
Y vi que muerto estaba eso yo nunca lo pensaría, Era el deseo de una vieja amiga, (la soledad)
Que a través de una revelación mi DIOS me mostraría, y él me decía, tranquilo, eso pasa todos los días, son los recuerdos, las intenciones y los malos deseos de los que quieren vivir aprisa, por sujetarnos al pasado, y no querer olvidarlo, por eso yo te digo mi amigo, mi hermano, que el pasado hay que sepultarlo.
- Autor: JOSE DIAZ (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de agosto de 2013 a las 08:28
- Comentario del autor sobre el poema: hay que comenzar de nuevo
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 70
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Tus versos de amor hacen surgir al poema la bellas palabras que tu corazón sensible quiere decir al hombre amigo Jose Diaz
Saludos y abrazos de amistad y de afecto.
Tu amigo Críspulo.
gracias mi amigo, mi hermano en la distancia las palabras llevan el mensaje del que sueña del que vive del que desea.
una abrazo
jose diaz
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