Soy un privilegiado del destino, bien mío, cual es amarte en esta vida y en las vidas próximas.
Dueña eres, por obra y gracia, bien mío, del destino que marca cada instante nuestra vidas, de mis pensamientos ornamentados de ti; de mi obrar asertivo porque tú me apartas de los caminos escabrosos y me guías hacia las rutas de luces donde duermen plácidamente las metas por las que lucho.
Tengo la potestad, bien mío, por obra y gracia de ese destino que nos une, de alejarte de la adversidad y acercarte al prodigio del bienestar en abundancia; de hacer que esas alas de ángeles con las que estás dotada, que sólo tú y yo vemos, vuelen plácidamente hacia las nubes y cabalgar con ellas y de proporcionarte la dulzura del beso-colibrí, el abrazo tierno que te gratifica y el agua purísima que calma tu sed romántica.
¡Dichoso destino, bien mío, con el que nos bendijo Dios para que lo honráramos en la expresión de amor que nos arrulla!
- Autor: rodulfogonzalez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de agosto de 2013 a las 11:03
- Categoría: Amor
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios4
Las metafores de tus versos hacen surgir al poema la bellas palabras de amor que tu corazón sensible quiere decir al hombre amigo Rodulfogonzalez
Saludos y abrazos de amistad y de afecto.
Tu amigo Críspulo el viejo bate.
Gracias, amigo, ojalá en mi destino, ya casi al final de mi vida, esté escrito mi tercera visita a España. Un abrazote, Eladio
Bendito Destino!!!
Te abrazo Eladio, con todo mi cariño.
un abrazote de madrugada, amigo. Gracias
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.