De Mañana para Ayer

Hoy tomo la pluma, y no la tomo para escribirte una poesía, ni nada por el estilo, la tomo porque me vi en la necesidad de expresar todo mi sentir interno para contigo, para ti que fuiste mi madre y mi padre y hoy ya no se que eres, porque te muestras erguida en el horizonte como el enemigo que nunca considere tener, pero que hoy, tu llevas su ropa y su arma.

Hoy después de tanto llorar, de tanto pasar noches en vela, por fin me decidí a decirte todo lo que me atormenta, tus gritos, tus regaños, tus direcciones por caminos que no son los míos, y son los caminos que no quiero tomar, ¿Qué es lo que tanto te molesta?, responde, ¿a caso soy una carga? ¿Un estorbo? ¿Solo un plato más en la mesa? ¿Solo un sueño más en la cabeza? ¿Un billete menos en la cartera? ¿Un beso mas, un beso no merecido? ¿Soy una preocupación más? O ¿simplemente es que soy totalmente inútil? ¿Una decepción?

Aun no respondes a todas esas preguntas, ¿te las has hecho?, pero también quiero preguntarte, ¿Dónde quedo tu orgullo?, ese que sentías por cada una de las cosas que yo hacia, y decías que eran impresionantes, ¿Cuándo dejaron de serlas? ¿Cuándo dejaron de enorgullecerte?, a ti que has sido mi madre y mi padre, mi amiga, mi todo, dímelo, mirándome a los ojos y dime cuando sucedió, a pero es que a lo mejor ahora no tengas el valor, ahora que decidí hablar, ahora que decidí que era la hora de hacerte saber que muero cada día un poco por ti, porque matas todos los días una ilusión, ahorcas todos los días un sueño en tu sucio cadalso lleno de hedor, lleno de mierda, después que profesabas amarme y protegerme siempre desde el día que me trajiste a la tierra y me enseñaste a caminar y a tomar yo mismo mis decisiones.

Pero claro, hoy como pongo en práctica todo ese temple que me diste, que me enseñaste, con cada correazo, con cada castigo, con cada una de tus palabras gritadas; entonces no te gusta en lo que me he convertido, y piensas y quieres reprimirme, y bizarramente tratar de sacar eso que deje de ser, ese niño que nunca quise ser, porque era el niño que tu querías que fuera y no podía permitirlo, porque eso no era lo que mi alma quería y por eso nunca deje que te me impusieras y hoy te digo que menos lo lograras, a pesar de todas las fuerzas gastadas que tengo ya, pero no importa, yo soy el mañana, y el mañana no muere tan fácil y menos cuando aun no ha salido el sol del próximo día.

Pero te propongo un trato, mañana a eso de las cuatro, cuando el sol casi no quema, nos encontramos en el comedor, donde antes comíamos juntos, ¿lo recuerdas?, me preparas un café como solías hacerlo en los días cuando llegaba de la escuela, nos comemos unas galletas, yo las llevo, se que tus preferidas son de chocolate, luego de eso, pondrás tu arma en mi boca mientras mis lagrimas corren por ti, por lo que fuiste, por esa imagen que tengo aun de ti, de cuando me dormías entre tus brazos y me contabas aquellos cuentos de hadas que me enseñaron a soñar, y solo diré dispara, dispara y te libraras de tu peor error, tendrás la oportunidad de eliminar el mañana, de deshacerté de un estorbo, y que no te tiemble el pulso, pues te confieso que me estarás haciendo un favor, pues prefiero morir una sola vez, que morir todas las noches y tener que revivir al día siguiente para tratar de sobrevivir y así puedes ofrecerle mas tiempo a ese pequeño nuevo que ocupa el lugar que un día fue mío, por el si sientes y sentirás siempre tu orgullo, porque el si será lo que tu quieres que sea.

Pero no, eres tan cobarde, ¿que pasa?, ¿No te da la fuerza para volarme la cara y desacerté de esta basura que tú creaste y le diste vida?

Ahora lloras, ¿esas lagrimas qué significan?, no creo que sea arrepentimiento, porque mañana volverás con tus imposiciones, tus gritos, tus golpes; y yo entonces seguiré callado porque el valor es momentáneo, así que déjate la hipocresía, donde esta tu valor, donde esta ese coraje que tanto profesas tener, al fin y al cabo veo que eres tan cobarde y débil como yo, es que no podía ser de otra forma, de tal palo tal astilla, ¿no?

Si solo pasaras sin dormir la mitad de las noches que yo, si solo soñaras la mitad de los sueños que yo, si solo derramaras la mitad de las lágrimas que yo, me entenderías, pero como eso no pasara, seguiré sobreviviendo a cada uno de tus asesinatos diarios.

P.D: esto termina cuando salga el sol del nuevo día, entonces seré parte de ti, y me convertiré en ayer y vendrá un nuevo mañana al cual, juntos, asesinaremos.