Zapatos II

Camina, entre madreselvas y azucenas, su vestido flota en el aire, corre una brisa primaveral. En eso se detiene, hay un cruce de calles y coches que circulan , desordenadamente. Alguien se tropieza y le tira el sorbete, en su vestido.Ella reacciona de mal modo, lo manda al coño, no tenía otra cosa para cambiarse. Y ahí con fresa y vainilla, por el escote.-¡Qué mal modo, tienes chica!- le dice, el muy atrevido-qué si es solo un vestido, ¿qué quieres otro?- -No por lo menos, las disculpas, no faltaba más, me sobran los vestidos y tú ¿no tienes más que ofrecer que un vestido a cambio, quién te has creído que eres?. El chaval, un poco malhumorado y avergonzado, saca un pañuelo del bolsillo y trata de quitárselo-No vete, por donde has venido, ¡niño tonto!- Ya le está gritando, sin darse cuenta, es que esta se enfurece, con rapidez, además no siendo culpa de ella, quedarse, como un helado con dos piernas. Apenado el joven, le pide disculpas, le dice -Mira, estoy trabajando, pero mi tía vive aquí cerca, ella podrá ayudarte a que te lo cambies, en fin lo que quieras, mi amor-.Uy, uy, uy, ahí recién, ella va bajando a tierra, con palabras dulces, es mejor.Si, ¿dónde vive tu tía?-Aquí mismo, ven para solucionar esto.La tía, los recibe, un poco mayor, le dijo- por fin, me traes a tu novia, hace tiempo que venía soñando con ella, es tal cual me aparecía ¿cómo es tu nombre, querida?-Rosa-, le contesta-Si así, mi amorcito, en mi sueño también se llamaba Rosa.El ya apenado, le dice, que su tía, está algo confusa, con la edad, pero va ayudarla a salir del embrollo. Le ofrece algo, para ponerse, mientras tanto lava, ella, su vestido. Cuando es nochecita, el sobrino, vuelve y se quedan conversando, ya apacibles los dos, cree Rosa que sus tres deseos se cumplieron en ese mismo día.