Todavía sigo aquí, plantado, como un árbol,
luciendo cara al viento
- definición precisa,
carnet diferencial inconfundible -,
estos ramajes de miseria,
sucumbiendo, a fin de cuentas,
en el profundo entramado de raíces
que, inevitablemente,
acceden a la vida en la medida que se alejan de mis manos.
Es cierto. Todavía sigo aquí, como un cristal,
como una espina viva,
doloroso puñal de trasparencia;
alzado, suspendido, ingrávido de luz,
buscando como un loco un espacio de sombra:
de reposo, de consuelo,
para lamer recuerdos como heridas.
Sólo, entonces, cupieran otros mundos en mi mente-laberinto,
nuevos focos de luz,
simientes de futuro.
No lo puedo negar. Todavía sigo aquí y estoy temblando.
Conozco al enemigo como si se tratara de mi hermano:
sus ojos luminosos que miran como el hielo,
cuchillos que amenazan, los dedos de sus manos,
su engañosa sonrisa que oculta lo que busca
bajo una ambigua máscara de falsa mansedumbre.
Desde aquí siento el miedo incrustado como un clavo
porque adivino el gesto implícito
que acecha imperturbable tras la esquina
esperando el instante preciso, el punto justo,
la exacta coyuntura,
capaz de hacer mortal el zarpazo homicida.
Desde esta altura vaga,
apenas transformado en ilusión de hoja
- frágilidad de cuerpo, verde sombra de vida-,
como si se tratara de la peste,
mis atributos me abandonan en dirección desconocida.
Estoy, por tanto, completamente inválido,
suspendido en el vacío
y a pecho descubierto,
con toda la silueta a contraluz.
¡Es la hora fatídica del árbitro asesino!.
- Autor: Antonio Fernández López (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de agosto de 2013 a las 20:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
Comentarios3
ah!
al parecer cada quien
hace lo que debe hacer
sin poder desatender
una misión suspendida
en el tiempo
para recorrer un camino
que parece a la medida
de un viajero por el mundo
.
¿dime poeta y colega
cuál es el rumbo que adornas
para llegar a un nuevo destino
cada vez que emprendes un nuevo día?
.
te mando un fraterno abrazo desde mi corazón
Eso quisiera yo, saberlo. Pereo quizá no es mi función la de saber sino la de sentir y repartir sentimientos por doquier en forma de palabras que voy hilvanando en la medida en que urgo en mi interior y así me justifico. Un beso
el acto de justificar
encierra un ataque previo...
.
no permitas que el pasado
se revuelque en vuestro centro
que ya no lo cambia nada
y es la historia que tenemos
.
que el futuro incierto es
y no sabemos si llegará...
.
entonces ¿qué es lo que queda?
el evento del presente que debemos disfrutar
porque si está en nuestras manos
no lo dejemos escapar...
.
te envío mi fraterno abrazo desde mi corazón.
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