Un poco se pierde todos los días, sin darnos cuenta, gastados por el tiempo que sin piedad pasa, quedando sin nacos de nuestra piel, dientes, audición, visión, agilidad en los huesos, un poquito casi nada se va, desde jóvenes, que pasa.
Tristeza, pues cuando la mente, resiste, es más penoso.
En esta fecha, que me hizo recordar mucha cosa de alguien que hace 5 años se murió, tan debilitado, me da un dolor de alma inmenso. El sufría, yo también. No con dolores físicas, pero del alma. Cuando niños todos acarician, todos dan amor, todos se sacrifican. Pero cuando ya solo solos una sombra de lo que fuimos, nadie lo hace.
Si es la ley de la vida es cruel. Haciendo de cuenta que no pasaba nada, por todos los medios intenté nunca que pensara que vía sus nacos cayendo. Ya he pasado por estas situaciones más de lo que debía y sé que un día yo lo pasaré también. La cruda realidad, me lastima mucho, no lo doy a entender, pero nunca los olvido.
Ayer, se iba a poder ver una lluvia de estrellas, cuando fuera noche cerrada, tenía intenciones de ir a un sitio donde la luz de la ciudad no interfiriera, pero había neblina y no la vi. Me acosté un poco más temprano, con la persiana subida, miraba por la ventana hacia fuera, el cielo parecía un cristal fosco, ceniza plateada, imaginé como pasarían por encima del manto que las tapaba. Después de un tiempo agitado que pasé durante unos tiempos, estaba bien, hasta las almohadas parecían más blandas, entre las sabanas asedadas, mi cuerpo relajado, mirando la ceniza plateado, como si nada hubiera entre mí y las estrellas, no pensaba en nada, descansaba mi espirito y mi cuerpo. Leve como una pluma al viento, me he transcendido de la realidad al nada de nada ser ni de pensar en cosas reales.
Otro día, es hoy e en ti pienso, por ti volví a la cruda realidad, de ser humana, de mi pequeñez delante de la impotencia de nada poder haber hecho para coger tus nacos e devolver tu vitalidad.
Mañana era tu cumpleaños, un ramo de flores en tu tumba dejaré, una plegaria a Dios por haré y poco o nada ,más podré hacer, a no ser hablar contigo como lo hago siempre, comentando las trasladas de lo que hacen oh intentan hacer.
Siempre festejamos tu cumpleaños, quitábamos fotos, apagabas las velas de tu tarta, te regalaba prendas, que decías no querer, pero que al día siguiente alguna ponías con vanidad e gusto.
Añoranzas de un pasado reciente, porque mismo no pareciendo te tenía mucho cariño y solo quería que sintieras un poco de felicidad.
Quizá esta noche ya no haiga lluvia de estrellas, pero mismo que la niebla vuelva a tapar el cielo alguna serás tú cruzando el infinito donde tu alma reposa en paz.
Si fuiste tú que me regalaste esta noche tan serena y dulce, gracias. Yo por aquí ando, deiando trocitos de mi mientras camino para el ocaso del sol de mi vida.
Oporto, 14 de Agosto de 2013
Carmina Nieves
- Autor: secreet50 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de agosto de 2013 a las 06:25
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: luisa leston celorio, Marner
Comentarios1
Bello.
Sin más que decir.
Éxito.
Karen, gracias, mucho se puede decir en una solo palabra.
Un abrazo com amistad
Carminha Nieves
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