Queridísima hija,
que arrastras tu pasado
cual losa sepulcral.
He de decirte que,
para tu joven edad,
si no alivias tu carga,
al fondo te hundirás.
Dile a tu nuevo amor
que tienes miedo,
que deseosa estás de verlo,
que nos sabes de su sentimiento,
pero ¡Cuán feliz sería el encuentro!
Mas por no saber de su intención,
da fe la tuya: el corazón.
- Autor: AdelaVila ( Offline)
- Publicado: 16 de agosto de 2013 a las 07:07
- Comentario del autor sobre el poema: A las almas de "poemas del alma" con todo mi corazón. Y a mi falta de constancia, por ser presa de su condición. Vaya por delante, mi amor. Adela Vila
- Categoría: Amor
- Lecturas: 65
- Usuarios favoritos de este poema: ADOLFO CESAR MARCELLO
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