Se acaba la tarde,
la habitación en penumbras,
su faz relajada, espera,
su respirar pausado,
su mirada perdida.
Su dolor controlado,
que aún así, no cesa,
su rictus cambia,
sus manos no son ligeras,
la brisa pesa demasiado.
Pasando por el agua su pena,
los seres que la aman la rodean
sus oídos claman, desean
la risa de sus hijos y nietos,
su carita tierna se ilumina.
Bajo sus párpados,
imaginaba, soñaba
y va dejando atrás,
sus viejas quimeras.
Su alma aquí aferrada,
en plácida espera,
quiere la paz entera
y volar a otra nueva era.
(Y yo a la espera... Sé que este escrito tendrá una segunda parte)
- Autor: Genciana. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de diciembre de 2009 a las 12:02
- Comentario del autor sobre el poema: La explicación de por qué desaparecí por tanto tiempo. Gracias a aquellos que se preocuparon por mí...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 67
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino
Comentarios4
Por Dios no puedo escribir.
Una maravilla de poema y una tristeza profundísima.
Segunda parte, no, sin poema, por favor.
Besos con toda mi contención
He quedado sin palabras. Tristeza y poesía. Angustia y brillo en tus versos.
Un beso y un abrazo.
Ruben.
Bueno pase por su poema, triste pero bello!
Se encoge el alma al leer las letras desnudas por tanta siceridad en su poema , un abrazo muy fuerte te desea cordialmente el que visito tu rincon
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