Luisa, fue el nombre de mi niñez con el que me bautizó mi abuelo y el cual llevé hasta los ocho años, cuando él se marchó al cielo. Junto a ese nombre se impregnaron los recuerdos como el aroma de azahares que inundaba el patio cuando florecía el naranjo. Era el nombre de mi yo escondido que hurgaba en los cofres y baúles, deslizándose silenciosamente para atisbar por las rendijas de la puerta que protegía la obscura gallera que resguardaba al gallo giro, compañero de batallas del abuelo en las ferias patronales.
Me sobresaltaba al escuchar mi nombre en labios de los demás moradores de la casona familiar. Pensaba en alguna reprimenda o en una conversación seria. Hoy, significa, descubrir una personalidad detrás de la pluma que traza letras para convertirlas en versos o el recuerdo palpable de los años que se han ido. Mi nombre, Luisa, es el pasado que regresa para abrazar la fantasía que bullía en mi cabeza y unirla a los momentos felices o tristes que se viven con la inocencia de la infancia.
Lissi,16-8-2013
- Autor: Lissi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de agosto de 2013 a las 00:00
- Comentario del autor sobre el poema: el capítulo siguiente de "Los recuerdos de Luisa"
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 127
- Usuarios favoritos de este poema: DELICADA ABRIL, El Hombre de la Rosa
Comentarios4
Tu abuelo debio ser una persona muy especial en tu vida, tu escrito asi lo demuestra. Muy buenas lineas
Gracias, agradable es recibir tu comentario.
Saludos
Bello y genial escrito poetico amiga Lissi
Saludos y amistad
Mientras mantengas vivo a tu abuelo en tus recuerdo, El sencillamente, no morira'
Gracias por tus gentiles palabras, mis recuerdos viven.
Saludos
mi apreciada amiga,algo que siempre me inquieta es la huella que deja la serpiente en la roca, al igual que en el espacio el vuelo del ave, o en la mar la barca. creo que así esta en ti la influencia de la huella de tu abuelo. la cual haces visible en tus escritos.buena forma de mantener viva esa imagen
Gracias, tu comentario es encantador. Si hay una huella que el abuelo dejó en mí, me doy cuenta hasta que he madurado y esos recuerdos son mi vía de escape hacia un mundo que me encantaba vivir. Recordando vuelvo a vivirlos.
Saludos
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