Cómo era yo de niño, niña,
¡aquella mi mente inquieta,
llena de imaginación,
de fantasías repleta,
encharcada de ilusión,
soñando con LA PESETA!
De ti tengo yo morriña,
la peseta ¡qué coqueta!
esa cosa tan chiquita,
tan dorada y redondita
entre los dedos, discreta,
en la mano tan bonita,
y en los bolsillos, inquieta,
de los pobres deseada,
por los ricos admirada,
para todos pizpireta.
La pela era otra acepción,
chucha, leandra o una cala,
fuiste objeto de pasión
que nada en la vida iguala.
A todos sin distinción,
nos llenaste de emoción,
fuiste de plata dos reales,
un duro, cinco cabales,
¡peseta tu si que vales,
te llevo en el corazón!.
Si tenías un millón
¡ojo! si era a tocateja,
por fin eras millonario
¡bendita situación
y bendito talonario!
¡qué divina la pendeja!.
Y un día sin ton ni son
-caiga un rayo y que te parta-
sin avisarte la parca
vino el euro y te mató.
Terrible situación,
aquí se acabó tu historia.
Ya estás sólo en la memoria
de los que como yo te amó.
¡Que dios te tenga en la gloria!
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de agosto de 2013 a las 14:40
- Comentario del autor sobre el poema: La peseta fue la moneda de curso legal en España desde su aprobación el 19 de octubre de 1868 hasta el 1 de enero de 1999, cuando se introdujo el euro. Siguió circulando hasta el 31 de diciembre de 2001 con la consideración legal de «fracción no decimal de euro» y después, provisionalmente, hasta el 28 de febrero de 2002. El 1 de enero de ese año habían entrado en circulación las monedas y billetes de euro, con los que convivió durante dos meses.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 68
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