Ésto me ata a tus pies
me entierra en tus pasos
como lo hace el fruto que se siembra
al caer de la rama más alta
y tras romper su tersa dermis
con el tiempo brota tierno y verde.
Ésto me eleva en tu aliento
y me prende como oxígeno alimentando
las brasas hasta hacerlas fieras
y candentes, conflagrantes,
comburentes, calcinantes
suspiro de narcóticas quimeras.
Ésto me crea entre tus manos
un mundo nuevo de nuevos sentimientos
títere amante de cada momento
¡qué antojo parezco ser!
qué ganas parezco retener
entre mis manos sobre tu piel.
Ésto me hace aborrecer
el espacio que entre tu pecho y el mío
deja anclado este vacío
desprendido de tanto ayer
amor, amar, todo entregar
perdón, perdonar, tú sol yo mar.
Por: David Caceres
Managua, Nicaragua.
- Autor: David Enrique Gómez Cáceres ( Offline)
- Publicado: 20 de agosto de 2013 a las 08:08
- Categoría: Perdón
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
El pordón es la antesala de la felicidad amigo
Saludos y amistad
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