Un aire helado y el llorar del cielo
Acompañan nuestro camino.
El motor de la nave ruge
Y mi corazón le vibra al destino.
Puedo admirar tu belleza
Recargada en el cuarto cristal.
Tus cabellos rizados renegridos
Como el gato de mis pesadillas
Llegan rebeldes a su paso a tu cintura.
Tus ojos, que decir de tus ojos
Se sienten suaves cuando me cruzan
Se sienten tristes cuando parecen libres.
Entonces un choque eléctrico detuvo mi inspiración.
Era capaz de percibir el calor de tu brazo
Que rozaba suavemente y a destiempo mi piel.
Broto mi lápiz sobre el renglón
Mismo poema un poco más de amor.
No sé si habrá manera de controlar esta sensación
Que es tan ingrata como perfecta
Tan de momento como eterna.
Como te quiero, cuanto me gustas.
Aquí a tu lado no recuerdo nada
Me pierdo mirando el cristal
Intentando encontrar tu mirada.
De pronto me pides permiso
Es el momento de que te bajes.
Me complació tanto mirarte
Y contárselo todo a mí papel.
Me entristeció saber
Que cuatro llantas nos llevaron
Y cuatro llantas nos separaron.
Noel Cruzamor
- Autor: Noel Cruzamor (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de agosto de 2013 a las 16:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Cuando se escribe con pasión las letras bordan el poema sobre el papel... amigo Noel Cruzamor
Saludo y amistad
Críspulo
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