Chelo de hipnotizante sonar
cúbreme con tu manto voraz,
con la música siempre quiero bailar
aléjame de esta triste realidad.
Cierro los ojos escucho el balbucear
es la muerte y me busca para ya no dejarme bailar.
No sierres los ojos,
violín de hermoso cantar
no quiero dormir,
por la noche te vuelvo a escuchar.
Sobre montañas no dejamos de bailar.
Aumenta la excitación,
violentamente vuelvo ha escuchar
las notas de este final
violoncelo no dejes de llorar.
- Autor: Ezequiel Dracko (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de agosto de 2013 a las 18:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 79
Comentarios1
La música nos llena de vida. Ojalá cuando llegue la hora, dulcifique la muerte.
Un poema con mucha profundidad.
Un abrazo.
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