Donde apenas llueve...
lágrimas de un ney
arrullan sonoras el desierto
y en beatitud de su latencia
exhalada como ibis celeste,
una bromelia de terciopelos
tan frágiles... tan leves...
que bastaría un laúd del viento
para libar sus labios.
Y en el cactus donde muere...
saciado cada espino
de su llanto los perfumes,
queda como ángel abatido
extática de azúcares y trinos.
Y con igual azar...
soñada como el cielo mismo
tu alma pincelarse miro
—¿de qué te lamentas?—
eres yo sin serlo nunca...
soy tú sin que un día lo sepas...
¡Gran consuelo sería morir
—como la música se va—
en ney de un beso tuyo!
© Derechos reservados
Propiedad intelectual Lucero Moscoso
Bogotá D. C. Colombia.
- Autor: Lucero Moscoso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de agosto de 2013 a las 10:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 70
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Viento de amor, mariarl, ☼ G U E R R E R O ☼
Comentarios4
Muy bonito tu poema.
SALUDOS, Hansel El Mejor Compositor.
La poderosa fuerza de la buena poesía asoma en tu bello poema amiga Lucero Moscoso
Saludos de afecto y amistad
Críspulo tu fiel amigo
lindo poema amiga mia
besos
una delicia.
Saludos
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