Suspendido, desahuciado de tierra,
Blanca nube a la deriva como la muerte amiga.
Transportado, ¿dónde estáis, dimensiones? sin recuerdo
Y, sin embargo, con la sonrisa puesta,
Cada gesto en su sitio.
Nada extraño ante lo desconocido.
Envuelto entre partículas y sombras,
Definido sin pirueta como el día que amanece.
No hay artilugios ni pasiones
sobre esta eternidad que flota.
No hay distancia ni tiempo
Ni cuerpo que se precie.
Ayer sólo es quimera. Mañana,
desolación sin huellas.
Entre los pliegues, esta turbia presencia,
Esta desolación arrebatada
Que ni descansa ni se agota.
- Autor: Antonio Fernández López (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2013 a las 07:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Se nota la prestancia genialidad y hermosura en tu bello poema... estimado poeta y amigo Antonio Fernández López
Saludos y amistad
Críspulo
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