Mi cuerpo es fuego,
abundante tragedia entre sabanas deprimidas.
Respiro pánico y soy tentada.
Repaso cada minuto de gigante pliegues, la ropa quema y siento asco.
Temo la equivocación, vuelven mis dedos a tocar y es cierto: me eh derramado.
¡Maldita piel!
Débil que no me ha contenido, los brazos y vientre amarillos.
Muslos graves.
Dolores de noche.
Anhelar, intentar.
Arrancar, con las manos lo sobrante, deshacer lo consumido.
Desprecio.
A morir, es casi doce.
Es cuando desespero en el llano,
ultrajada soy cumbre deformada.
Soy inmensidad,
locura de graves horas, de palparme deforme.
Dolor, quietud aniquilada en mis bordes colapsados...
Temo. Demasiado.
De lo que resulta
el encuentro conmigo en las oscuridades.
- Autor: solazul (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2013 a las 15:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Lualpri
Comentarios3
La buena poesía adorna la belleza pura de tu poema amiga Solazul
Saludos de afecto y amistad
Críspulo
belleza... duele, dolores de bien...
muy bonito. en esta andanza llamada vida es inevitable ser invadidos de sentimientos; la expresión de ellos es un talento .
Gracias por compartirlo.
tu amigo "El Corbán"
Empiezo a comprender tu. poesía
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.