Que dichoso sentir la brisa marina, en el ocaso
Esperando con las aves planeando el anochecer,
Pensar que este mundo, vuestro mundo
Están fino como una esfera
Que radia su propia luz de esperanza
Yo la amo, la estimo
La cuido y arrullo.
Ella no es suspicaz con la humanidad,
Más no, ella demuestra su gentileza
A los cretinos, que se le aprovechan.
Ella es mi madre, mi sol, mi universo;
Mi respeto, mi perdón y olvido
Eres el hogar que todos quieren abusar,
¡Pero tu firme!, con la tierra llena de fieras.
Aun tienes mi apoyo y corazón
- Autor: FilsDeLaHaine ( Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2013 a las 15:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
La gracil poesía adorna la belleza pura de tu poema amigo Hijo de la Ira
Saludos de afecto y amistad
Críspulo
gracias, solo inspiración que brota de mi alma sumado mas realidad 😉
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