¿Tiene la luna un sombrero,
algún lunar en la mejilla
o tal vez la cicatriz
que deslumbra al agorero?
Yo la vi desnuda
con sus grandes ojos grises
navegando más allá
del vapor en que respiro.
Hoy he salido a buscarla,
pero ella rueda distraída
por el cielo.
Una taza de café para la Luna
Tengo ganas de oírle
algún poema misterioso
de esos
que cantan las sirenas.
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Autor:
Enrique Dintrans A. (Seudónimo) ( Offline)
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Publicado:
27 de agosto de 2013 a las 21:56
- Categoría: Reflexión
- Lecturas:
121
- Usuarios favoritos de este poema: Javier Barahona
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