Quice no perder la esencia de la rosa, dejar que marchitara y guardarla en el alma mi primera opción. Quice dejar que su aroma hablara por ti, y me dijo más de mi que de ti, simples afirmaciones desde que le contaste a las aves sentenares de secretos que aquella pequeña rosa había tenido paciencia de escuchar. Quice que no envejeciera así que tomé las palmas de tus manos y cerré con mayor suavidad justo con mis dedos, su forma y color siguen intactos como aquella semilla que se sembró dentro de la raíz de los dedos del pie, intentando ligarme a ti.
- Autor: frehyaa ( Offline)
- Publicado: 28 de agosto de 2013 a las 00:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Grato y genial poema amiga Frehyaa
Saludos de afecto y amistad
Críspulo tu amigo
Muchas gracias por leerme (: que tenga un exelente día, un abrazo.
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