Cuando vengas, ven
despacio, solitaria,
completamente
abiertos los ojos
de la mente;
trascendente,
y no ceses de mirarme
con tus ojos de estrella,
cósmicamente alada, sutil
y poderosa, armoniosa;
porque he de decirte
inermes los labios,
cerrados los ojos,
que importa poco
el desierto o la sed
o el viento, si adviertes
ahora, que he muerto,
esperando el beso
de tus labios, la flor
de tu alma, la mano
de tu espíritu,
para nuevo levantarme.
- Autor: Real Tiempo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de agosto de 2013 a las 23:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: claudia07, luisa leston celorio
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.