Te redacto dicho manifiesto mientras te acuestes como todos los días, te levantes como cada mañana a comer lo mismo que comiste ayer. Y solo así dislocaré mi labiate haré cómplice de mis deseos,no ocultaré mis ganas de hablarte sin censuras. A la mesa de un té y un café no te contaré cuentos de mis textoso mentiré sobre sentimientossi puedo dejaré el alma en contratosobre la mesa de centro. Pero hoy lo sabrás todoasí de cuanto te extraño,hasta cuando te esperoo que siempre te perdono. Te supondré un mundo nuevooculto y prohibidoseré como la manzana que excitó a Eva,tuya será mi era sin que necesites recordar mi rostro. Me dirás,que te sientes como quinceañeraal verme en el patio del colegioestando por subir las escaleras. Y no te mentiréaunque de memoriamurió hace tiempo un caballero. Nuestros serán estos secretosmientras te acuestescomo todos los días, te levantes como cada mañanaa beber lo mismo que bebimos el otro día.
- Autor: Oscar Fuentes F. ( Offline)
- Publicado: 1 de septiembre de 2013 a las 11:33
- Comentario del autor sobre el poema: El mensaje está en la poca complejidad de los versos, incluso llegando a una rima libre que se define tan improvisada como lo es una conversación de sobre mesa que desconoce los horarios y los temas que se puedan poner en juego...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Una preciada y bella genialidad tu hermoso poema amigo Oscar Fuentes F
Saludos de amistad y de afecto.
Críspulo tu amigo
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