Cada día un nacimiento y una muerte cada día.
Felipe Gaspar Calafell
Noche de desvelo,
cama solitaria,
deseos devorándose unos a otros,
hierve la sangre,
fuiste carne de mi carne
ahora todo es mortaja.
Soy una madeja de músculos
y costumbres,
me ataca la cronicidad
de estos labios oxidados
que te buscan,
estrellándose en la frialdad de tú espacio vacío.
La distancia es corta
y la noche larga,
tú viajas con ella
hacia otra mañana espantosa
donde los estigmas vuelven a marcarse en mi cuerpo.
Noche de desvelo,
insomnio patológico,
finjo que te tengo
y le abro la piernas a mi locura...
- Autor: yoel alejandro ( Offline)
- Publicado: 1 de septiembre de 2013 a las 11:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 119
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Una preciada y bella genialidad tu hermoso poema amigo Yoel Alejandro
Saludos de amistad y de afecto.
Críspulo tu amigo
😉
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