Y en los lugares menos pensados,
creo verte y aun así no te encuentro.
Como hoy, en el colectivo de las siete y quince,
en el que venias sin saberlo,
en el cuerpo de esa anónima mujer
que me recordó intensamente a vos.
En sus ojos,
turquesa casi como los tuyos,
en las manos que se te parecían,
de dedos cortos, de campesina como siempre decías,
en el rostro muy similar, alunado,
melancólico y casi triste,
exceptuemos el mentón que era distinto
y la nariz también,
levemente y gracias a Dios.
Me preguntaba:
¿Como será su risa?
¿Quien la ama o amará? ¿A quién ama?
Y sentí algo de envidia,
y hasta algún dejo de celos de los que,
sabés bien, nunca tuve,
aun sabiendo con claridad que ella era solo tu sosias.
Se acerco y olí esa fragancia a recién bañada
que me llegaba con urgencia,
con la santidad de lo limpio,
con la frescura que me remite a otras mañanas
donde tu perfume lo inundaba todo.
La miraba y la miraba.......pero no eras vos (lamentablemente).
- Autor: Joan Diro ( Offline)
- Publicado: 2 de septiembre de 2013 a las 22:46
- Categoría: Amor
- Lecturas: 125
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