Perdida dentro de mi cuerpo,
no reconocia lo que me habia hecho.
Siguiendo el camino de todos
todos los que no encuentran su camino jamas,
resulta facil pensar
que es mas facil pensar en dios,
al sentir un rayo de luz calentando tu mejilla,
que pensar que empezamos a conocer al espiritu de dios
atravezando nuestro cuerpo
ultilizando el dolor como camino seguro a nuestras almas,
enterradas bajo cientos de cadaveres
muertos una y otra vez sobre la misma alma, cada dia un metro mas abajo.
En el camino de cuerpos sobrevivientes y almas durmientes
entonces,
que el dolor nos despierte.
De este infierno al que el ama prefiere cerrarle los ojos,
pues lo que se muestra como vida afuera
no siempre es vida adentro
no lo es, si no conectan.
- Autor: teffy (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de septiembre de 2013 a las 11:00
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 104
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, esthelarez, El Bardo Muerto, Luzbelito
Comentarios5
Tus versos sienten la sed de tu genial poema amigoa Teffy
Saludos de afecto y amistad
Precioso espiritual mar adentro.
TOTÓ.
muchas gracias Toto,
me esfuerzo siempre en conservar ese lugar vivo dentro de mi, gracias.
Quién es Dios? pero no aludiendo a la creación o al amor, o al comienzo...
ahora... la fe, creer, sí Dios se pierde, entonces en quien creer...,
puede que sea en uno mismo...
Un Poeta decía, que cada uno es una partícula de Dios...
quizás él tenga razón...
...
lees mucho no... tu crees en dios o en ti? o por lo de la particula y el poeta que dijiste no existe uno sin el otro o yo no entiendo entonces que es creer, yo me confundo mucho estoy mal de las ideas
Excelente tratado de certidumbre..ahora,que la vida de adentro despierte tu alma durmiente y de vida a tu rosa de afuera para que cuerpo alma y mente se inserten en una eterna sinfonia
Gratos saludos de amistad
Muchas gracias por tan hermosas palabras, de corazon gracias
Saludos para ti tambien, es un placer leerte.
A veces creer, conlleva irremediablemente a desestimar esa especie de verdad que el mundo ofrece al mejor postor. Incluso la verdad sobre uno mismo también tiene su precio. Creer o no creer, no pareciera ser esa la cuestión. Sino elegir en qué creer. Nos es más fácil preguntarnos quién es Dios, pero poco nos animamos a preguntarnos quienes somos. Me gustó viajar y cavilar por tu poética introspección. Un gran abrazo, poetisa.
Luzbelito
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