Sólo la arena, el temblor y el cielo reflejando
la memoria.
Sería un viernes sin confines, el día más poderoso
de la tierra.
Castillo de sal y huracán furioso
jugando en el paisaje
del silencio,
forzando sin clemencia
la inocencia.
Hasta que el mar se aburra de ser agua,
y mi sangre distraída se haga noche,
hasta que tu mirada en otras luces,
inexorablemente se haga luna.
- Autor: Claire (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de septiembre de 2013 a las 17:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 189
- Usuarios favoritos de este poema: andres fernandez ruiz, benchy43, Am@res, Sophia Sea, Mar (Bar Literario)
Comentarios1
Lo terminas explendidamente.
Saludos
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