La madrugada se desparrama
sobre la tierra fresca y campesina,
ansioso el labrador deja la cama
para tornar a su diaria rutina.
Toma café y siente que lo llama
el campo, alegre se encamina
por ese mundo que silencioso clama
por su mano y el sol que se avecina.
El verde lo recibe con un concierto
de pájaros, y el río cristalino canta
un rara e inusitada tonada.
Su paso bravío es un acierto
que crea, que inventa y espanta
el hambre con el fruto de su jornada.
- Autor: YULERIA (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de septiembre de 2013 a las 18:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 319
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
bello homenaje al labrador niño bello
Gracias MARIARL por no abandonar mi espacio, un abrazo y un beso, buenas noches.
gracias a ti por escribir bello
besos buen dia
Hermosa belleza en tu poema amigo Yuleria
Con sincera amistad
Críspulo tu amigo
Gracias por comentar CRISPULO, un abrazo y buen día.
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