Amada mía, escucha el silencio
que ocultó el poniente, e hizo de la tarde
aire fresco que no acaba
noche de luna con venus
cielo de este sur que te extraña
Amada mía, no te vayas
no dejes mi corazón, sin paciencia ni flechas
sin un camino largo de tu sombra inmensa
porque es mi boca, que sabe a uvas
la que te llama y llora
Amor, amada mía ...
escucha el silencio, no me dejes
porque esta noche, como la primera
yo soy el que te espera, paciente y ebrio
con un ramo de jazmines rojos para tu lecho
- Autor: Enrico Sanguinetti ( Offline)
- Publicado: 11 de septiembre de 2013 a las 22:47
- Categoría: Amor
- Lecturas: 94
- Usuarios favoritos de este poema: damariys villegas
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